COMO ESTAN LAS COSAS - Carlos Rey





«CÓMO ESTÁN LAS COSAS»

por Carlos Rey


«¡Con cuánta pena me negué a la pretensión de mi hija Nené de que le comprara aquella lujosa muñeca que caminaba, abría y cerraba los ojos y decía papá y mamá!... Era una belleza. Lo único que la afeaba era esa horrible etiqueta que... decía... $32.50.

»La compra estaba... fuera de nuestro alcance.... En aquella trágica época... vi... entrar a dos hombres en una guarapera y pedir un guarapo de a [centavo] y dos vasos....

»Había que apelar a la convicción. Al hacerlo cometí el mayor de los errores... de razonarle a mi hija de esta forma:

—Hija mía, ya tú eres mayor, casi una mujercita, y puedes darte cuenta de la situación. Las cosas no están para comprar una muñeca tan cara. Tú sabes que la Escuela Normal está cerrada y no me pagan el sueldo. Ahora tampoco gano nada en el Sanatorio. Nos cuesta mucho trabajo obtener lo necesario para vivir. Más adelante, cuando las cosas mejoren, yo te prometo comprarte una así.

»Mi razonamiento produjo una reacción inesperada. No hubo resistencia, ni insistió más en su petición, pero grandes sollozos interrumpían su respiración y sus lindos ojos negros eran un inagotable manantial de lágrimas.

—Pero hija mía —le dije—, sé razonable. Date cuenta de que no es posible complacerte en tu deseo. ¿Qué más quisiera yo que darte gusto?

»Y mi pequeña hija, entre sollozo y sollozo, me hizo sentir apesadumbrado y culpable, al contestarme:

—Pero papá, si yo no lloro por la muñeca, sino por cómo están las cosas.»

Puede leerlo completamente, verlo de nuevo como si fuera por TV, escucharlo como si fuera por radio, incluso imprimir este mensaje y muchísimos otros más desde marzo del 2004 hasta hoy, en: www.conciencia.net

Publicar un comentario

0 Comentarios