GRITOS EN LA NOCHE, CON REVOLVER EN MANO - Hermano Pablo





GRITOS EN LA NOCHE, CON REVÓLVER EN MANO

por el Hermano Pablo


—Estoy en el más infame de los negocios, y no puedo salir de él.
Quien así hablaba era un hombre bien parecido, de unos cuarenta años de edad. Vestía saco y pantalones deportivos. Su camisa de cincuenta dólares, sus anillos y sus zapatos revelaban su buena posición económica.
Sin embargo, el hombre hablaba con mortal angustia, reprimiendo a duras penas las lágrimas.
—Doy gritos en la noche —continuó—, y tengo el revolver a la mano. No sé por qué no me he pegado un tiro todavía.
—¿En qué negocio anda usted? —le preguntó el pastor Dean Ericson al hombre que había venido a consultarle.
Horrorizado de sus mismas palabras, el hombre, que quería conservar el anonimato, respondió:
—En la pornografía infantil. Me pagan quinientos dólares por cada niño o niña que consigo para filmar películas obscenas.
Esto ocurrió a fines del siglo veinte, en la oficina de un conocido pastor. El hombre acudió a él desesperado. No podía soportar más la carga de su vida. Tenía mucho dinero, vestía ropa de primera, y manejaba un auto muy costoso. Pero la conciencia lo torturaba y daba gritos en la noche. Quería matarse, pero no podía reunir el valor necesario para hacerlo.

Puede leerlo completamente, verlo de nuevo como si fuera por TV, escucharlo como si fuera por radio, incluso imprimir este mensaje y muchísimos otros más desde marzo del 2004 hasta hoy, en: www.conciencia.net

Publicar un comentario

0 Comentarios