Milagros - La serie - Cuarta Parte - Dante Gebel



A veces nos perdemos de un milagro por no escuchar la voz del Espíritu Santo que nos susurra al oído lo que debemos hacer. Necesitamos un estímulo, un 'santo empujón' que nos lleve a la acción. En la boda de Canaán, fue María quien se percató de la falta de vino y lo notificó a Jesús. En principio Él se resistió, pero a insistencia de María transformó el agua en vino, salvando una boda e iniciando así Su ministerio. Cuando el Espíritu Santo te habla, es porque te está utilizando como profeta encubierto para que des un 'santo empujón' a alguien que lo está necesitando; alguien que tiene que comenzar la segunda parte de su vida y posiblemente la más emocionante. Un mensaje que no te puedes perder.

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