“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”.
Gálatas 1:10
En algún momento de mi vida mi mayor anhelo era quedar bien con todas las personas, tratar la manera de agradarlos en lo que pudiera para que manejaran un buen concepto de mi.
Obviamente no lo lograba, siempre había quienes por más bien que tratara de hacer las cosas, tenían un comentario negativo acerca de lo que hacía.
Durante mi vida en el Ministerio he aprendido a vivir con comentarios positivos y también negativos, comentarios de gente que valora nuestro esfuerzo y nuestras ganas de hacer cosas para Dios, así como también con comentarios de personas que jamás ven algo bueno en nosotros y que siempre hay algo malo a lo que apuntan con dureza.
Quizá tú también en algún momento de tu vida has sido víctima de comentarios negativos, de gente que a pesar que te esfuerzas por quedar bien con ellos, nunca lo logras. Quizá en este momento te sientes mal contigo mismo, porque cierta persona ha comentado de ti cosas que no son ciertas y eso te ha llevado a bajar tu ánimo, a entrar en una especie de depresión y a dudar de lo que Dios puede hacer contigo.
Hoy quiero animarte a que no permitas que esos comentarios de gente negativa te destruyan, a que esos malos comentarios lejos de destruirte solo sean un motivo más por el cual esforzarte. Te lo dice alguien que lo ha vivido en carne propia, te lo escribo no porque me lo han contado, sino porque lo he vivido.
Si en un principio cuando Dios me permitió iniciar todos estos ministerios, yo hubiera hecho caso a los malos comentarios, a las críticas negativas o a las burlas que mucha gente lanzo en contra de mi, creo que hoy no estarías leyéndome ni mucho menos visitando este sitio.
Y no es que yo sea un súper cristiano, estoy lejos de lograrlo, soy una persona normal, con luchas diarias como tú, pero si algo Dios me ha enseñado es a no detenerme por comentarios que no son ciertos. A mí me importa lo que Dios piense de mí y si El me llamo a quien le debo mi servicio es a Él.
Siempre habrán personas que no miraran lo bueno de ti, sino que siempre juzgaran lo malo, siempre habrán personas que lejos de animarte a seguir, querrán evitar que sigas, pero depende de cada uno de nosotros dejarnos manipular por esos comentarios que JAMÁS SERAN DE DIOS, porque Dios nunca te desanimaría a servirle o hacer cosas para El.
Es un buen tiempo para reflexionar sobre esas voces negativas que has escuchado y evaluar si realmente es de Dios o no, estoy seguro que no tardaras mucho para darte cuenta que esa no es la voz de Dios, entonces, si no es la voz de Dios, ¿Por qué te sientes mal?, ¡Vamos!, ¡Levántate y no dejes que el enemigo logre su objetivo contigo!
El enemigo sabe que tú tienes un potencial tremendo que de ser explotado en el Señor le arrebatarías muchas almas, por lo tanto lanzara toda clase de ataques contra tu vida para desanimarte, tratara por medio de comentarios negativos echarte para atrás y que no prosigas, porque eres peligroso para él, porque sabe que de la mano de Dios puedes lograr TODO lo que te propongas.
¡Es hora de hacer oídos sordos a esos comentarios destructivos!, no permitas que tus oídos se conviertan en un basurero del diablo, en el que echa toda clase de peste para que no logres tus objetivos.
Tenemos que aprender a avanzar a pesar de cualquier cosa, a proseguir a la meta, a nunca darnos por vencidos menos por comentarios que no son los que Dios tiene acerca de ti y de lo que haces.
Nunca te rindas, porque si te rindes nunca sabrás hasta donde podías llegar con la ayuda de Dios.
Hoy te invito a que no te dejes intimidar por comentarios negativos, a que no le sigas prestando tu valiosa atención a esas palabras que no traen ningún provecho, se fuerte, esfuérzate por cumplir el propósito para el que fuiste llamado y recuerda siempre que NO ESTAS SOLO, que Dios es quien pelea las batallas por ti y quien está a tu lado, nunca desmayes, AVANZA SIN TEMOR.
Tú no eres de los que retroceden, así que AVANZA.
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.enriquemonterroza.com - www.devocionaldiario.com - www.destellodesugloria.org
4 Comentarios
es bueno este consejo, toda vez que no seasmos nosotros los verdaderos causantes de dichos comentarios, Jesús dijo que seriasmaos bienaventurados, si eramos calumniados, mintiendo, pero si yo o mi conducta los ha provocado, no soy bienaventurada,por que nosotros los hemos provocados; asi que cada uno medite y se auto analize, como dijo Judás "sere yo Señor", y Jesús le dijo " tu lo has dicho", asi que los dejo con esa reflexión, y meditemos como es nuestra conducta realmente ante los demás., Dios los Bendiga a todos. amén
ResponderEliminarciertamente para el ser que discierne con sabiduria debe saber que cualquier comentario que te provoque tristeza, desanimo o induccion a la perdida no proviene de DIOS y asi entonces, sabiendo que nada malo proviene de DIOS sino lo bueno, lo mejor y lo perfecto, entonces debes tener oidos, corazon y mente sordas ante los malos comentarios pero, si tener atento oido, mente y corazon dispuestos para todo buen comentario que te anima e inclusive te exhorta porque ese comentario viene de DIOS
ResponderEliminarGracias a Dios por personas como ustedes que trabajan para la obra de Dios, Dios siga derramando bendiciones para ustedes., a si es hermanos toda obra es para agradar a Dios no ha los hombres " Ninguna palabra corrompida salga de vuestra, sino sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el dia de la redención. Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia" Efesios 4:29-31. Todo lo que hagamos sea para agradar a Dios, solo a el, no a la carne, que por el somos y para el somos.Animo sigamos siendo fieles servidores de Dios.
ResponderEliminarLa Biblia cuenta varias pasajes sobre personajes necesitados del Señor, que salían a su encuentro para pedir favor. Estos pasajes relatan asimismo que muchos de los que acompañaban a Jesús, pretendían detener a los necesitados con frases de cajón como : "Dejen en paz al Maestro"; "No lo molesten"... Pero muchos de aquellos, no se desanimaron; por el contrario, gritaron con más fuerza el nombre del "Hijo de David"... y al final, consiguieron que el Maestro detenga su paso, les pregunte su necesidad y finalmente les conceda el favor. Así debemos ser; no dejarnos impresionar por las voces de desaliento; clamar al Señor en todo tiempo. La perseverancia basada en una fe madura, permitirá que seamos atendidos
ResponderEliminarGracias por dejar tu comentario
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