Hay personas que prefieren permanecer en su esterilla, con una rutina segura, antes de tomar riesgos, antes de esforzarse. Pero si quieres que Dios haga algo nuevo en tu vida y que tus músculos espirituales no se atrofien, vas a tener que tomar la decisión consciente de cambiar, tendrás que dejar las cosas que no te funcionan, desprenderte de falsas creencias y supersticiones y librarte de tu mantilla de seguridad, como lo hizo el inválido al que el Señor sanó en Betesda. Si sigues a Jesús, Él te va a pedir que hagas algo sin precedentes, algo no ortodoxo, algo no convencional. Y si tienes el valor de hacer con tu vida algo que no has hecho hasta ahora, recibirás Su gloria y Su bendición.
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