Jonas la ciudad de Ninive - Pablito el pequeño misionero



No debemos alegrarnos por el mal de otra persona, porque Dios es misericordioso para con todos y nosotros no somos quien para juzgar a los demás, no pensemos en nosotros mismos, sino que siempre debemos tener una actitud de servicio para nuestro prójimo.

Publicar un comentario

0 Comentarios